La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) lanzó una alerta internacional por la creciente presencia de xilacina, un sedante veterinario convertido en droga callejera conocida como “tranq” o “droga zombi”, debido a sus devastadores efectos en la salud humana.
Según el Programa Global de Monitoreo de Drogas Sintéticas, este químico se mezcla cada vez más con fentanilo y otras sustancias, generando un alto riesgo de sobredosis y lesiones severas en la piel. Entre los peligros destacan depresión respiratoria, caídas extremas de presión arterial, úlceras que pueden llevar a amputaciones y pérdida de conciencia prolongada.
El reporte identificó decomisos de xilacina en México, Chile, Argentina, Colombia y Costa Rica. Ghada Waly, directora de Unodc, advirtió que el narcotráfico está aprovechando la inseguridad y la pobreza para expandir su consumo en comunidades vulnerables.
“Organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa utilizan la violencia, la corrupción y el control territorial para traficar estas sustancias”, alertó Waly, quien pidió fortalecer la cooperación internacional y la vigilancia en las cadenas de suministro.
La Unodc instó a los gobiernos latinoamericanos a intensificar la prevención y el tratamiento ante una droga que convierte a sus consumidores en “zombis”, mientras crece el riesgo de una crisis sanitaria por intoxicaciones masivas.