En el estado de Kerala, ubicado en el sur de la India, se tomaron medidas drásticas esta semana en un esfuerzo por frenar la propagación del virus Nipah, que ha cobrado la vida de dos personas. Este es el cuarto brote de Nipah en la región desde 2018 y ha llevado al cierre de algunas escuelas y oficinas.
Expertos han advertido que, por su alta tasa de letalidad, una nueva cepa podría convertirse en “la peor pandemia” que el mundo haya conocido.
El virus Nipah es un virus zoonótico que se transmite principalmente de animales a personas, y ocasionalmente de persona a persona o a través de alimentos contaminados. Fue identificado por primera vez en 1998 durante un brote en criadores de cerdos en Malasia y Singapur. Los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae, en particular las especies del género Pteropus, son los huéspedes naturales del virus Nipah, aunque aparentemente no desarrollan la enfermedad.
Los síntomas de la infección varían desde asintomáticos hasta enfermedades respiratorias graves o encefalitis letal. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, cefaleas, mialgias, vómitos y dolor de garganta, seguidos de síntomas neurológicos y encefalitis aguda. Pueden ocurrir neumonía atípica y problemas respiratorios graves en algunos casos.
En los brotes iniciales en Malasia y Singapur, la mayoría de las infecciones humanas se originaron por contacto directo con cerdos enfermos o sus secreciones contaminadas. La transmisión se cree que ocurrió a través de gotículas respiratorias o contacto con secreciones nasofaríngeas o tejidos de cerdos enfermos.
No existe un tratamiento específico ni una vacuna para la infección por el virus Nipah, a pesar de que es una prioridad en la investigación y desarrollo de la OMS.
Las autoridades en India han hecho rastreos, en aras de identificar más personas contagiadas y evitar que el brote se extienda.