• Un sondeo de Up Sí Vale confirma que las prestaciones enfocadas en el bienestar son clave para la permanencia del talento en una compañía.
• El 65.9 % de los trabajadores en México afirma que las prestaciones son un factor decisivo para no cambiar de empleo.
Ciudad de México, 16 de julio de 2025.— En un mercado laboral marcado por una rotación constante y empleados que exigen más que solo un salario, las prestaciones dejaron de verse como un beneficio adicional y se han convertido en un factor clave que impulsa la retención, el bienestar y la fidelidad del talento.
Un nuevo sondeo realizado por Up Sí Vale confirma esta transformación: el 85.9 % de los trabajadores mexicanos considera que las prestaciones adicionales a su salario son muy importantes, y para un 71.5 % impactan directamente en su bienestar emocional. Estos beneficios, más allá de su valor monetario, están redefiniendo la experiencia laboral.
Los talentos esperan cada vez más que el trabajo se ajuste a sus valores personales, ambiciones y circunstancias vitales. Complementando estos hallazgos, el Randstad Workmonitor 2025 revela que en México más de la mitad de los trabajadores (58 %) ha dejado un empleo por un ambiente laboral tóxico, y que el 50 % estaría dispuesto a renunciar si no se siente parte de una comunidad dentro de su empresa. Asimismo, el 65 % de los empleados valora la flexibilidad en sus horarios como un factor clave para su satisfacción y permanencia. Estos datos evidencian que, para retener talento, las empresas deben ir más allá de las prestaciones tradicionales e impulsar entornos laborales que fomenten la inclusión, el bienestar emocional y la adaptabilidad.
“Los beneficios no solo responden a una expectativa económica; son un lenguaje claro de valoración, empatía y cultura organizacional. Las empresas que entienden esto no solo retienen talento: lo inspiran”, asegura Pablo Menchaca, Chief People Officer de Up Sí Vale.
El sondeo —realizado principalmente entre trabajadores de 25 a 39 años (49.1 %), con una mayoría laborando en modalidad presencial (81.8 %)— revela que las prestaciones más valoradas son aquellas que impactan el día a día:
• Vales de despensa (81.5 %)
• Seguros médicos o de vida (46.3 %)
• Apoyo para transporte o gasolina (35.6 %)
• Tiempo libre o días adicionales (32.3 %)
• Apoyo educativo (30.6 %)
• Experiencias (viajes, cursos) (28.8 %)
Los beneficios relacionados con la salud y la alimentación son altamente valorados por los trabajadores y tienen un impacto directo en su permanencia laboral. De acuerdo con información de Betterfly, basada en el estudio Mercer Marsh Benefits 2024, el 73 % de los empleados considera el seguro de salud como una prestación clave para mantenerse en su empleo. En general, los seguros figuran entre los principales impulsores del compromiso laboral, seguidos por los vales de despensa.
En línea con esta tendencia, el sondeo de Up Sí Vale revela que el 83.5 % de los trabajadores utiliza los vales de despensa principalmente para la compra de alimentos, mientras que el resto los destina a rubros como salud, ropa, entretenimiento o gastos del hogar. Estos datos confirman que los beneficios laborales tienen un efecto tangible en las finanzas personales.
Además, el 46.1 % aprecia que pueden usar sus beneficios como mejor les convenga, mientras que un 20 % valora que le ayudan a ahorrar y un 15 % afirma que le brindan mayor tranquilidad y bienestar.
El 65.9 % de los encuestados afirma que las prestaciones sí influyen en su decisión de permanecer en la empresa, mientras que el 31.5 % cree que pueden influir, aunque no son determinantes. Solo el 2.5 % considera que tienen poco o ningún peso.
Sin embargo, aún persisten brechas que deben atenderse. El 24.2 % de los trabajadores no conoce sus propias prestaciones, y el 34.4 % no está seguro siquiera de si cuenta con ellas. Entre las razones principales destacan el olvido, la falta de comunicación o que perciben que no aplican a su perfil.
Rotar o retener ya no es una pregunta táctica, sino estratégica. En un país donde el talento joven es cada vez más exigente y el costo de reemplazo sigue al alza, las prestaciones bien diseñadas, bien comunicadas y centradas en el bienestar son una ventaja competitiva real.
Las empresas que entiendan que el bienestar es una inversión —no un gasto— serán las que logren construir culturas duraderas, productivas y emocionalmente sostenibles.