El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la implementación de aranceles de hasta el 104% sobre productos importados desde China, como respuesta a las medidas recíprocas impuestas por Beijing. La decisión, que entrará en vigor a partir de la medianoche, fue confirmada por la Casa Blanca y forma parte de una estrategia de presión comercial que Trump ha defendido como necesaria para proteger la economía estadounidense.
El mandatario advirtió que si China no retiraba sus aranceles del 34% antes del mediodía, él respondería con un nuevo paquete del 50%, sumándose a los gravámenes ya existentes. Trump declaró que está dispuesto a negociar, pero también acusó a las autoridades chinas de manejar mal la situación, señalando que aún espera una llamada de su contraparte para iniciar un “proceso hermoso y eficiente” de diálogo.
China, por su parte, ha respondido con firmeza. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que el país asiático no busca conflictos, pero tampoco retrocederá ante lo que calificó como actos de intimidación y chantaje. Pekín mantiene su postura de defensa frente a lo que considera una escalada injustificada por parte de Washington.
Además de China, la medida también afecta a otros socios comerciales de Estados Unidos. Un total de 60 países enfrentarán nuevos aranceles, entre ellos Corea del Sur, cuyas exportaciones estarán sujetas a un gravamen del 25%. Mientras tanto, los mercados financieros reaccionaron con volatilidad, a la espera de un posible acuerdo que reduzca las tensiones comerciales entre las dos principales economías del mundo.
