Al menos 38 personas fallecieron y 29 sobrevivieron tras el trágico accidente de un avión de Azerbaiyán Airlines en Kazajistán, cerca de la ciudad de Aktau, a orillas del mar Caspio. El Embraer 190 transportaba 62 pasajeros y cinco tripulantes en un vuelo entre Bakú, Azerbaiyán, y Grozni, Rusia, cuando se estrelló a aproximadamente tres kilómetros del aeropuerto, según informaron las autoridades locales.
El accidente provocó un incendio de gran magnitud, como se observó en videos difundidos por medios rusos. Las imágenes mostraron el avión parcialmente calcinado, con su parte delantera completamente destruida. Tras el impacto, el Ministerio de Emergencias de Kazajistán movilizó a 150 rescatistas para atender la emergencia y evacuar a los sobrevivientes. La fiscalía de Azerbaiyán confirmó que, aunque 32 personas lograron sobrevivir inicialmente, tres sucumbieron a sus heridas posteriormente.
Las autoridades de Kazajistán han abierto una investigación por presunta violación de las normas de seguridad en el transporte aéreo. Mientras tanto, Azerbaiyán Airlines señaló en un inicio que el accidente pudo haber sido causado por el impacto con una bandada de pájaros, pero posteriormente eliminó esa versión. En tanto, el Ministerio de Salud de Kazajistán informó sobre la posible “explosión de un globo” dentro del avión, sin dar más detalles.
Entre las víctimas se encuentran ciudadanos de Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán y Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas. Investigadores de Azerbaiyán y Kazajistán trabajan en conjunto para determinar las causas exactas de esta tragedia, mientras el mundo lamenta una nueva pérdida en la aviación internacional.