San José del Cabo.- La Contralora Municipal, Lorena Isela Berber Olguín informó que en la investigación que se sigue en Catastro Municipal, hasta el momento no se han encontrado irregularidades de la dimensión que denunció públicamente el anterior titular Daniel Fisher.
Indicó que se trata más bien de responsabilidades del actuar de los servidores públicos, por lo que mencionó que puede haber certeza en el sector privado que se está investigando y que se busca transparentar aún más actividad con el reglamento para dejar precedente que se tienen que hacer bien las cosas, más de dos administraciones venían trabajando sin un reglamento de Catastro.
Adelantó la Contralora que el director actual no ha encontrado irregularidades porque en su momento se subsanaron, más bien fueron temas de trámites lo que el ex director de Catastro denunció, que servidores públicos se dedicaban a hacer gestorías, ayudando a que fuera más ágil el procedimiento, pero sigue la fase de investigación.
Mencionó que Fisher interpuso tres quejas de que servidores públicos de la dependencia realizaban labores como gestores lo cual no se puede permitir porque entra el conflicto de intereses.
En cuanto a las irregularidades de las claves catastrales de unos 15 mil predios, comentó que la investigación sigue; “tenemos que ver que efectivamente hayan estado en zonas comerciales o de casa, estamos revisando si se quejó de algunas claves catastrales las estamos analizando lo estamos viendo con el actual titular Pollorena, porque todo determina que son predios que tenían acumulados multas y recargos que eso la ley si te permite condonar mientras no dañes el predio ahí es donde puede haber la confusión, se realiza un análisis exhaustivo trabajando de la mano con Catastro.
Planteó que es muy probable que en un mes se tenga el resolutivo del caso de Catastro Municipal.
Cabe recordar que el ex director de Catastro Municipal, Daniel Fisher denunció a principios de año que “destapó la cloaca” al encontrar irregularidades en más de 15 mil predios a los que se le cambió la tipología de construcción económica, que dio lugar a excesivos cobros de predial a los que menos tienen y pagos mínimos a residencias de lujo.