Durango, México. — Un audaz asalto fue perpetrado la mañana del viernes 4 de julio sobre la carretera que conecta Durango con Puerto Manzanillo, cuando un grupo de hombres armados interceptó un tractocamión cargado con 33 toneladas de concentrado de oro y plata, perteneciente a la empresa Grupo Minero Bacis.
De acuerdo con el comunicado de la propia minera, los delincuentes —a bordo de dos vehículos blancos con vidrios polarizados— sometieron al conductor y al personal de seguridad, manteniéndolos retenidos durante cerca de una hora y media. Los trabajadores fueron liberados posteriormente y acudieron a reportar los hechos en la caseta de Chapala, Jalisco.
El vehículo fue localizado más tarde por autoridades, pero el cargamento permanece desaparecido, sin que hasta el momento se conozca su destino o se haya realizado alguna detención relacionada.
Grupo Minero Bacis calificó el hecho como un golpe no solo a su actividad, sino al sector minero nacional: “Este incidente deteriora el giro del negocio minero como los ingresos al país”, señaló la empresa.
El concentrado robado es una mezcla de minerales previamente procesados que, tras purificación, se convierte en material de alta pureza para su venta y exportación. Aunque aún no se ha estimado el valor económico del material robado, se presume que asciende a varios millones de pesos.
Un pasado ambiental cuestionado
Grupo Minero Bacis ha operado desde el siglo XVII en la región de Durango, y aunque asegura cumplir estándares ambientales, en 2013 fue sancionada por la Profepa tras el desbordamiento de una presa de jales en su unidad “El Herrero”, que afectó el suelo con residuos contaminantes.
Hasta el momento, la Guardia Nacional y las autoridades estatales continúan con la investigación del robo, que podría estar relacionado con redes del crimen organizado dedicadas al saqueo de recursos estratégicos.
