España y Portugal enfrentan este lunes un masivo apagón que ha provocado graves disrupciones en el transporte, las telecomunicaciones y la actividad comercial. Millones de personas se quedaron sin electricidad, afectando trenes, metros, semáforos y conexiones de internet, particularmente en ciudades como Madrid y Barcelona. Aunque las Islas Baleares y Canarias no se vieron afectadas, la interrupción también impactó brevemente el sur de Francia y Andorra.
El presidente de España, Pedro Sánchez, informó en una comparecencia especial que el suministro eléctrico se está restableciendo de forma paulatina, aunque pidió a la población limitar desplazamientos y el uso de redes móviles para evitar su saturación. Mientras tanto, Red Eléctrica trabaja para recuperar el servicio, estimando que la normalización podría tardar entre seis y diez horas, con apoyo del operador de red francés RTE y el ofrecimiento de asistencia de Ucrania.
Aunque las causas del apagón aún no están claras, el operador de red de Portugal, REN, apuntó a un fenómeno atmosférico inusual, derivado de variaciones extremas de temperatura en España, que habría causado vibraciones anómalas en líneas de muy alta tensión. España aún no ha confirmado esta hipótesis, mientras el gobierno ha activado un comité de crisis para investigar el origen del incidente.
Desde Bruselas, la Comisión Europea mantiene comunicación con las autoridades de ambos países y asegura que se coordinarán esfuerzos para resolver el problema. De momento, no se ha encontrado evidencia de que el apagón haya sido causado por un ciberataque, mientras las autoridades trabajan intensamente para devolver la normalidad a la península ibérica.