Un autobús que transportaba a jornaleros agrícolas estuvo a punto de caer a un barranco en el tramo de carretera entre Santa Rosalía y San Ignacio, generando escenas de pánico entre los trabajadores.
Afortunadamente, el vehículo se detuvo a tiempo, y los jornaleros salieron ilesos, salvando sus vidas por escasos centímetros.
Este incidente expone una realidad frecuente: muchos trabajadores agrícolas son transportados en vehículos deteriorados, operados por conductores inexpertos, lo que eleva los riesgos en cada trayecto. Las condiciones de estos transportes ponen en peligro sus vidas, reflejando un grave problema de seguridad en el sector.
Actualmente, la carretera transpeninsular permanece cerrada debido a las maniobras necesarias para retirar el autobús de la zona, causando un bloqueo temporal en la ruta. El incidente ha dejado en claro la falta de atención de las autoridades hacia los trabajadores agrícolas, quienes se enfrentan a condiciones precarias sin que se tomen medidas para mejorar su seguridad en el transporte.
Mientras las autoridades no implementen regulaciones más estrictas y mejoren las condiciones de transporte para estos trabajadores, accidentes como este seguirán ocurriendo. La vida y bienestar de quienes sostienen la industria agrícola dependen de acciones urgentes que promuevan su seguridad y dignidad.