Las lluvias torrenciales que azotaron España esta semana provocaron las inundaciones más graves en más de cincuenta años, dejando al menos 158 fallecidos y devastando varias zonas, principalmente en la región de Valencia. Las autoridades continúan la búsqueda de desaparecidos en comunidades aún cubiertas de lodo y escombros. La tragedia se posiciona como el peor desastre meteorológico en España desde las inundaciones de 1973, que cobraron más de 300 vidas.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, visitó la zona afectada, instando a los residentes a permanecer en sus hogares y alertando sobre el riesgo de más lluvias intensas. La agencia meteorológica española, Aemet, activó la alerta roja en Castellón, mientras otras áreas de la Comunidad Valenciana enfrentan peligros por la acumulación de agua y daños en infraestructura crítica. “Nuestra prioridad es proteger vidas y coordinar esfuerzos de rescate en todas las zonas afectadas”, declaró Sánchez.
En Paiporta, uno de los municipios más dañados, los habitantes describen el impacto devastador. David Romero, un residente, señaló que “ningún comercio quedó en pie” y pidió ayuda humanitaria urgente. Mientras, los habitantes se esfuerzan por limpiar calles repletas de barro y autos arrastrados por la corriente. La falta de agua potable y electricidad sigue afectando a miles en la región.
En medio de la emergencia, se han anunciado 250 millones de euros en ayuda inmediata para la recuperación. Además, Sánchez declaró tres días de luto y confirmó que la Comunidad Valenciana será reconocida como zona catastrófica, lo que permitirá el acceso a más fondos para la reconstrucción y apoyo a las víctimas.
Estas lluvias torrenciales son parte de la “gota fría”, un fenómeno recurrente en el otoño español que provoca lluvias extremadamente violentas. Los meteorólogos señalan que en tan solo unas horas, la región recibió hasta 491 mm de agua, equivalente a un año de precipitaciones, lo cual incrementa la probabilidad de daños catastróficos.
El cambio climático intensifica la frecuencia y severidad de estas tormentas, aseguran expertos. Ernesto Rodríguez Camino, de la Asociación Meteorológica Española, advierte que eventos como este se volverán más frecuentes, urgentes y destructivos si no se toman medidas contundentes para abordar sus causas.
Las imágenes satelitales fueron obtenidas por los satélites del programa Landsat de la NASA y el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), ofrecen una perspectiva clara de cómo la DANA cambió la faz de Valencia.