En su tradicional mensaje “Urbi et Orbi” desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco pidió este 25 de diciembre un alto al fuego en las zonas de conflicto más afectadas del mundo, como Ucrania, Gaza y Sudán. Ante una multitud de aproximadamente 30,000 personas, el pontífice instó a “superar las divisiones” y a que “callen las armas”, destacando la urgencia de diálogos para alcanzar una paz justa y duradera.
Francisco puso especial atención en la crisis humanitaria de Gaza, donde la situación es crítica debido a la guerra y el hambre, y en Ucrania, tras recientes ataques rusos. También dirigió sus palabras hacia Sudán, un país devastado por 20 meses de conflicto que han dejado a millones de desplazados enfrentando la hambruna, según datos de la ONU.
El Papa extendió su mensaje a otras regiones como Haití, Venezuela y Nicaragua, llamando a soluciones basadas en la verdad y la justicia para promover la armonía social. Asimismo, pidió derribar muros de separación ideológicos y materiales, enfatizando la necesidad de solidaridad global frente a las crisis humanitarias.
Finalmente, Francisco recordó a los niños afectados por las guerras y epidemias, y destacó que la Navidad debe ser un tiempo de esperanza, incluso en medio de las adversidades. Su mensaje resonó como un llamado universal a la compasión y al esfuerzo conjunto por la paz.