Un electorado estadounidense insatisfecho ha optado por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, rechazando así los casi cuatro años de la administración Biden-Harris. La victoria de Trump refleja un deseo de cambio radical, ya que más de la mitad de los votantes pidieron una transformación profunda en el país, según la encuesta AP VoteCast. Preocupaciones sobre la economía y una postura dura sobre inmigración impulsaron a muchos a respaldar al exmandatario.
Aunque ganó en el Colegio Electoral, el triunfo de Trump no representa un mandato total. Más de la mitad de los votantes expresaron preocupación de que su regreso podría llevar al país hacia un régimen autoritario. Sin embargo, una minoría significativa de votantes apoyó su estilo disruptivo, a pesar de cuestionar su honestidad y carácter moral.
La economía fue el tema clave, con altos niveles de preocupación por la inflación. Muchos votantes jóvenes y de minorías, que en 2020 priorizaban temas como el racismo, ahora enfocaron sus votos en la economía. Trump logró atraer a una fracción de estos votantes descontentos, especialmente en estados como Pensilvania y Wisconsin.
A nivel global, la elección de Trump podría significar un alejamiento de los compromisos internacionales tradicionales de Estados Unidos. Si bien muchos de sus votantes apoyan una menor intervención en conflictos mundiales, la mayoría aún favorece mantener apoyo a aliados como Israel. Esta postura mixta anticipa una administración que podría desafiar las políticas exteriores previas y reconfigurar el papel de Estados Unidos en el mundo.