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Día Naranja: Urgente visibilizar la violencia contra las mujeres en México

Ciudad de México, a 25 de febrero de 2025.- En el Día Naranja, Espacio Mujeres visibiliza  la violencia contra las mujeres en México, porque es una crisis urgente. Según el INEGI, más del 70.1 % de las mujeres mayores de 15 años (35 millones) ha experimentado algún tipo de violencia. Estas cifras no son solo números, son vidas que claman justicia y acción.

Uno de los mayores retos para las víctimas es identificar las señales de violencia a tiempo, sobre todo en una sociedad donde esta suele normalizarse. El recuerdo del enamoramiento, en esa etapa inicial llena de promesas, crea la ilusión de que es posible volver a esos momentos, lo que puede llevar a justificar, perdonar y regresar con la pareja, a pesar de los comportamientos violentos. Sin embargo, la violencia de género no surge de la nada: sigue un patrón conocido como Ciclo de la Violencia, que comienza con la fase de tensión, una etapa crítica que, por su sutileza, muchas veces pasa desapercibida.La fase de tensión: El inicio del ciclo de violencia

La acumulación de tensión es la primera fase del ciclo de violencia de género. En esta etapa, el agresor comienza a mostrar comportamientos impredecibles y hostiles, aunque aún no hay agresiones físicas. Algunas características clave de esta fase incluyen:

  • Cambios repentinos de humor: El agresor puede pasar de la calma a la irritabilidad sin motivo aparente.
  • Actitudes impredecibles: La víctima nunca sabe qué puede desencadenar un conflicto, ya que el agresor encuentra motivos de discordia en situaciones cotidianas.
  • Esfuerzos por calmar la situación: La víctima intenta complacer al agresor, minimizar la tensión o evitar discusiones, creyendo que puede controlar la situación.
  • Aumento progresivo de la tensión: A pesar de los esfuerzos de la víctima, la hostilidad del agresor sigue creciendo, generando un ambiente de miedo y ansiedad.

La tensión no resuelta en esta fase puede escalar rápidamente, llevando a abusos verbales, físicos o sexuales. Por ello es importante entender que el abuso nunca es accidental ni justificable. Detrás de cada acto violento hay una intención clara: herir, humillar o ejercer poder y control sobre la víctima.

“Identificar la fase de tensión es el primer paso para romper el ciclo de violencia. Si reconoces estas señales en tu relación o en la de alguien cercano, no esperes a que la situación empeore. Hablar es el primer paso hacia la libertad. Esta fase se caracteriza por un aumento progresivo de la tensión, donde el agresor muestra comportamientos hostiles, irritabilidad y control, creando un ambiente de miedo y ansiedad. Críticas constantes, amenazas verbales, gestos intimidatorios y actitudes de dominación son señales de alerta. Poner atención a estos detalles y buscar ayuda a tiempo son clave para vivir una vida libre de violencia”, destacó Marilú Rasso, directora ejecutiva de Espacio Mujeres.Día Naranja: Urgente visibilizar la violencia contra las mujeres en México

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