La Habana, Cuba.- En un gesto inusual en medio de las tensiones históricas entre ambos países, Estados Unidos anunció el envío de ayuda humanitaria a Cuba para apoyar a las comunidades afectadas por el huracán Melissa, fenómeno que dejó un saldo de cerca de 60 personas muertas en el Caribe y severos daños materiales en varias islas de la región.
De acuerdo con la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Washington coordinará con la Iglesia Católica la entrega de 3 millones de dólares en asistencia directa para los damnificados en el oriente cubano, una de las zonas más golpeadas por el ciclón.
“Estados Unidos apoya al valiente pueblo cubano y está listo para brindar ayuda humanitaria inmediata, tanto directamente como a través de socios locales”, indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
El paso de Melissa dejó a su paso destrucción en Jamaica, Haití y el este de Cuba, con inundaciones, cortes eléctricos y cosechas devastadas. Aunque el gobierno cubano evacuó preventivamente a más de 700 mil personas, aún se registran derrumbes de viviendas y daños graves a la infraestructura agrícola y energética.
El envío de ayuda norteamericana representa un gesto de cooperación poco común entre dos naciones separadas por más de seis décadas de embargo económico y diferencias políticas profundas. En esta ocasión, la Iglesia Católica vuelve a desempeñar un papel clave como mediadora y canal humanitario, garantizando que la asistencia llegue directamente a los afectados, sin pasar por las autoridades gubernamentales.
Mientras tanto, Estados Unidos también ha desplegado equipos de emergencia en República Dominicana, Jamaica, Bahamas y Haití, en un esfuerzo regional por atender las secuelas del huracán más destructivo de la temporada.
El huracán Melissa ha dejado un panorama desolador en el Caribe y, paradójicamente, una pequeña ventana de solidaridad entre Washington y La Habana, que podría marcar un nuevo capítulo en las relaciones humanitarias entre ambos países.
