Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, fue deportado este miércoles 9 de abril a México por autoridades de Estados Unidos y entregado a la Fiscalía General de la República (FGR) a través de la frontera terrestre entre San Diego y Tijuana. Tras su llegada, fue trasladado a la Ciudad de México y posteriormente al Penal del Altiplano, donde un juez definirá su situación jurídica.
La entrega del ex funcionario marca un nuevo capítulo en su proceso legal, pues está acusado de tener vínculos con el Cártel del Golfo y Los Zetas durante su mandato de 1999 a 2004. Según la FGR, facilitó operaciones de estos grupos delictivos en Tamaulipas, por lo que enfrenta cargos por delincuencia organizada, lavado de dinero y nexos con el crimen organizado.
Yarrington fue arrestado en 2017 en Florencia, Italia, y extraditado a Estados Unidos en 2018. En ese país se declaró culpable de aceptar sobornos, por lo que fue condenado a nueve años de prisión, aunque fue liberado en 2024. Durante la investigación, la DEA lo señaló como protector de las operaciones del narcotráfico y se le confiscaron propiedades en Texas adquiridas mediante prestanombres.
A pesar de que en enero de 2024 México solicitó su extradición desde Estados Unidos, el trámite no avanzó por presuntas fallas en el expediente. Ahora, de vuelta en territorio mexicano, Yarrington enfrenta cuentas pendientes con la justicia por los presuntos delitos cometidos durante su gobierno.