El Centro Internacional de Convenciones de Los Cabos, construido en 2012 durante el gobierno que encabezó Felipe Calderón con una inversión de un mil 200 millones de pesos para que fuera sede de la Reunión del G-20 y que ha permanecido abandonado y como “elefante blanco”, se entregó en concesión a una empresa privada, así lo anunció el Gobernador Víctor Castro Cosío.
Después de permanecer varios años en el completo abandono y olvido, el inmueble se pretendió en un principio utilizar como oficinas administrativas por parte del gobierno local, en un tiempo se dio en administración a un particular para utilizarlo para lo que fue creado, para albergar convenciones, pero sin éxito y también el gobierno estatal intentó utilizarlo como oficinas de las dependencias estatales, pero nunca se concretó la propuesta.
Reconoció el titular del ejecutivo que es muy costoso rehabilitar el inmueble porque fue saqueado y destruido
“El centro de convenciones lo estamos rentando ya a una empresa, es una empresa que ya se hizo todo jurídicamente para darle la concesión a esa empresa porque era muy costoso rehabilitarlo, ese centro de convenciones lo saquearon, lo destruyeron la verdad fue una pena lo que hicieron con ese centro la empresa se comprometió a pagarnos renta y a demás de eso a mejorarlo”.
Estimó que la renta deberá ser por un monto de 200 mil pesos mensuales y aseguró que el recurso se va a quedar en Los Cabos.
“En el momento en que empiece a llegar el recurso le voy a informar exactamente como estoy con el Caimancito que lo rentamos en 700 mil pesos y es para los ayuntamientos en deporte y cultura también esto lo vamos a etiquetar el centro de convenciones lo que se logre o para construir la Normal Superior o para fines concretos aquí en Los Cabos”.
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