En Bordeaux, la Selección Argentina fue eliminada en los cuartos de final del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de París 2024, tras una derrota por 1-0 ante Francia. El partido, que concluyó en medio de controversia, terminó con un tumulto tras el pitazo final. Aunque el equipo dirigido por Javier Mascherano estuvo muy cerca de empatar en los minutos de tiempo añadido, la decisión del árbitro de permitir que el juego continuara más allá del tiempo agregado encendió los ánimos en el campo.
El conflicto estalló cuando Enzo Millot, jugador francés sustituido a los 95 minutos, celebró la victoria con gestos provocativos hacia el banco argentino. Esta actitud desencadenó una reacción airada de los futbolistas argentinos, que se enfrentaron en una pelea que rápidamente se trasladó al túnel de los vestuarios. La confusión reinó durante unos minutos hasta que la celebración de los franceses fue retomada en el campo, aunque no sin más incidentes.
La provocación de Millot tuvo consecuencias. Al regresar a la cancha para celebrar, el árbitro le mostró una tarjeta roja, lo que le impedirá participar en las semifinales del certamen. Thierry Henry, entrenador de Francia, expresó su descontento con el comportamiento de su jugador, lamentando el incidente que ensombreció el triunfo de su equipo.
Este episodio se suma a un historial polémico para Argentina en el torneo. En el debut contra Marruecos, el partido fue suspendido por casi dos horas debido a la agresión del público, antes de reanudarse y terminar con una derrota para los albicelestes. A pesar del comportamiento conflictivo en estos encuentros, se destacó el buen comportamiento de los hinchas franceses, a pesar de una falta de respeto durante el himno visitante.