Despidos en el Ayuntamiento de Los Cabos, nadie quiere asumir el costo político
La nómina abultada que tiene el Ayuntamiento de Los Cabos comienza a causar estragos entre quienes hoy son Gobierno y los que lo van a ser a partir del 28 de septiembre.
Ni uno ni otro quiere cargar con el costo político de retirar a más de 2,000 empleados, una de las primeras exigencias del alcalde electo Christian Agúndez Gómez es de que antes de concluya el presente Gobierno se atienda y resuelva el tema de la nómina abultada.
Asimismo quiere sobre la mesa la renuncia de todos los funcionarios de confianza, de primer, segundo y tercer nivel.
Aunque al principio parecía que estaban en común acuerdo con el tema de la abultada nómina, este lunes 15 de julio el alcalde en funciones dio un giro de 360 grados y frenó el despido de trabajadores, que ya se había puesto en marcha desde la Dirección Municipal de Recursos Humanos dependiente de la Oficialía Mayor.
La única coincidencia es que se deben ir los aviadores, los que cobran sin presentarse a trabajar.
Este lunes desde el tradicional acto cívico, el presidente municipal Óscar Leggs sostuvo que no se va a prestar al despido injustificado de trabajadores, que se debe hacer un análisis minucioso, es decir, fundar y motivar la decisión.
Y fue más allá, al sostener que los apoyaría en los actos de protesta que realizarían en defensa de sus derechos laborales.
Entre líneas recordó que su Gobierno, con Sentido Humano, concluye el 28 de septiembre, y que no tiene planeado despedir a nadie que esté cumpliendo sus funciones, que lo haga el nuevo Gobierno si así lo considera.
El reloj de la entrega de Gobierno sigue su curso pero en el tema de la abultada nómina, todos se quieren lavar las manos, nadie asume el costo político.