Antes de iniciar la sesión que nos convoca el día de hoy, desde este espacio que siempre ha impulsado los principios de igualdad, pluralidad, tolerancia e inclusión, quiero hacer un reconocimiento póstumo al primer Magistrade de nuestro país, Jesús Ociel Baena Saucedo, quien en su momento también formó parte de esta institución al desempeñarse como Vocal Secretario de la 04 Junta Distrital en Guanajuato, y Vocal de Organización Electoral en la 02 Junta Distrital en Aguascalientes.
Valga el reconocimiento por su innegable labor en favor de la inclusión y visibilización de la comunidad LGBTTTIQ+ y de diversos grupos vulnerables sin los cuales no es posible hablar de democracia.
Las acciones que emprendió activamente desde el ámbito político-electoral muestran la convicción, compromiso y congruencia de Jesús Ociel Baena Saucedo con estas causas que abonan a la consolidación de la democracia. Pero, sobre todo, muestran la valentía y fortaleza de un ser humano convencido de la necesidad de romper estándares preestablecidos y de hacer visible la diversidad, la pluralidad y heterogeneidad de la población.
Es innegable que se requiere mucho valor para llevar a cabo las tareas en las que decididamente se comprometió. La labor que emprendió hizo evidente la necesidad de fomentar la cultura del respeto y del reconocimiento a la diversidad, a la pluralidad y el derecho al disenso.
Por ello, es importante recordar que la esencia de la democracia consiste en incluir mayorías y minorías, e incorporar a todo el mosaico poblacional para que pueda estar representado.
La virtud de este sistema es que permite a la ciudadanía expresar su opinión con la convicción de que el derecho al disenso será respetado.